Ventajas del Arbitraje sobre un Proceso Judicial
Elección de Árbitros
En el arbitraje, las partes tienen la libertad de elegir a quienes resolverán la controversia o establecer el procedimiento de su designación. Esto contrasta con los procesos judiciales, donde las partes no pueden decidir quién se hará cargo del proceso, ya que la ley determina que es el juez quien asume la dirección del caso.
Celeridad en los Procesos
El arbitraje resuelve la controversia en promedio en un plazo máximo de 12 a 18 meses, dependiendo de la complejidad del caso. En cambio, los procesos judiciales suelen ser más largos, pudiendo demorar entre 3 a 5 años, debido a la excesiva carga de trabajo del Poder Judicial.
Confidencialidad
A diferencia de los procesos judiciales, que suelen ser públicos, el arbitraje ofrece un mayor grado de confidencialidad. Esto es crucial para proteger información sensible y mantener la reputación de las partes involucradas.
Costo del Proceso
El costo del arbitraje varía según la cuantía económica de la controversia y la complejidad del caso. Sin embargo, al tener un tiempo delimitado, el costo total tiende a ser menor. En el Poder Judicial, aunque el costo es asumido por el Estado, las partes deben incurrir en gastos de honorarios de abogados y otros costos adicionales debido a la duración prolongada del proceso.
Solución sin Apelaciones
El laudo arbitral es definitivo e inapelable, resolviendo la controversia en una instancia única. En el sistema judicial, toda sentencia puede ser apelada, lo que prolonga el proceso y aumenta los gastos para las partes.
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